martes, 7 de abril de 2015

“Es terrible ser ciego y sordo, pero no es el final”

Cuando se acerca a su interlocutor, Jean-Pierre Améris (Lyon, 1961), que mide dos metros, choca la mano y exclama: “Es usted tan alto como yo. Entenderá probablemente de lo que le voy a hablar”. Cuando era adolescente, Améris sufrió acoso escolar por su tamaño. “No me sentía cómodo, ni mucho menos integrado. No hablaba con nadie”. Además, vio la película El milagro de Ana Sullivan (1962), sobre cómo una sordociega, Helen Keller, aprendió a comunicarse. “Me dejó trastornado”. Así nació la semilla de La historia de Marie Heurtin, que acaba de estrenarse en España, un drama sobre la capacidad de comunicarse y de amar del ser humano.

Interesante propuesta. 

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http://cultura.elpais.com/cultura/2015/04/02/actualidad/1427998998_282312.html

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