Todo comienza con olvidar dónde están las llaves o quién llamó al teléfono. Después, la orientación y los recuerdos se ven afectados, para terminar con la dependencia total de otra persona para realizar actividades comunes, como comer o asearse. Tu enlace: http://elpais.com/elpais/2016/04/28/ciencia/1461864175_680522.html
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