Este evento, que aúna en un mismo formato una concentración motera con una jornada musical dedicada al rock and roll, se convirtió el pasado año en el primer festival de música rock de España accesible para el colectivo de discapacitados auditivos y para personas con movilidad reducida.
De esta forma, y gracias a la colaboración de la Asociación Cacereña de Padres y Amigos de Sordos (Ascapas), varios de sus intérpretes tradujeron al lenguaje de signos algunos de los temas musicales del festival, así como las presentaciones de los grupos, y se creó una zona especial para discapacitados físicos.
Esta circunstancia no sólo se repetirá mañana, en la segunda edición, sino que se ampliará con la instalación de un sistema de bucles de inducción magnéticos. Estos sistemas permiten que las personas sordas usuarias de prótesis auditivas o con implante coclear puedan oír con más claridad.
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