La mayoría de los músculos afectados por la parálisis todavía pueden funcionar, pero su comunicación con el cerebro se ha perdido, de manera que no reciben las instrucciones para activarse. Como no podemos reparar el daño de la médula espinal, una solución es dar un rodeo y enviar instrucciones a los músculos artificialmente.
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http://elpais.com/elpais/2016/07/19/ciencia/1468920174_539791.html
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