Es un momento delicado, cuando el test de cribado del primer trimestre de embarazo (ecografía, análisis y edad) ofrece un riesgo alto de alteraciones en el bebé, como síndrome de Down, por ejemplo. Tres son las alternativas disponibles para los padres que quieran someterse a una segunda prueba que ratifique o descarte esta posibilidad: la biopsia corial, la amniocentesis y, desde 2012, un análisis de sangre que examina el ADN fetal (Test Prenatal No Invasivo, NIPT por sus siglas en inglés). A diferencia de las dos primeras, NIPT no es invasivo y no conlleva riesgo de aborto, pero no está sufragado por el sistema público.
Para saber más:
http://www.elmundo.es/salud/2015/06/06/5573036b268e3e95298b4577.html
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